Nosotros, los Pueblos Indígenas y Pueblos y Comunidades Tradicionales de Brasil y de la Cuenca Amazónica, guardianes de las riquezas naturales de nuestros países, nos declaramos unidos, reafirmamos y fortalecemos nuestra alianza histórica y nuestro papel central en la lucha contra la crisis climática.
No somos los responsables de la crisis climática, somos la solución. Somos diversos en pueblos y culturas y estamos unidos en la defensa de nuestros territorios y de nuestras formas de vida, que representan soluciones vivas a la actual crisis planetaria. Somos territorios ancestrales, guardianes de saberes milenarios y protagonistas históricos en la defensa de los territorios, biomas y socio-biodiversidad.
Estamos ante un momento histórico y no tenemos tiempo que perder: la COP30 es la oportunidad de garantizar un presente y un futuro digno para todas las generaciones. Reafirmamos: Para la crisis climática, que afecta a toda la humanidad ¡La respuesta somos Nosotros!
Aunque no somos responsables por la crisis climática, nosotros, los Pueblos Indígenas y Pueblos y Comunidades Tradicionales de todos los biomas, somos los primeros afectados por la violación de nuestros cuerpos, territorios y derechos. Seguimos resistiendo y denunciando los impactos de la deforestación, la minería, el avance del agronegocio, la explotación de combustibles fósiles, la construcción de hidroeléctricas y todas las formas de explotación.
Por lo tanto, declaramos conjuntamente que no hay solución a la crisis climática sin el reconocimiento y la protección de nuestros derechos territoriales. Por lo tanto, presentamos nuestras demandas prioritarias y exigimos que la Presidencia brasileña de la COP30 presente resultados concretos para:
- Respeto, reconocimiento y protección de nuestros territorios, con metas específicas y monitoreables para:
- Demarcación de los Territorios Indígenas
- Reconocimiento y Regularización de los Territorios Tradicionales para uso colectivo.
- ¡Reconocimiento y Titulación de los Territorios Quilombolas!
- ¡Reconocimiento y Titulación de los Territorios Indígenas de la Cuenca Amazónica!
- ¡Reforma Agraria Popular!
Principales demandas para la COP30: Derechos territoriales como política climática global. Esta demanda debe incluirse explícitamente en las NDC nacionales y en el Plan Climático, con metas concretas, cuantificables y monitoreables.
Además, exigimos:
- Consulta Libre, Previa e Informada de acuerdo a la realidad y especificidad de los distintos Pueblos Indígenas y Comunidades Tradicionales para cualquier emprendimiento, programa, proyecto y otras acciones que afecten nuestros territorios, con derecho y observancia del veto;
- Reconocer y salvaguardar nuestro papel de guardianes de la sociobiodiversidad y del clima, respetando nuestras formas de vida, lenguas maternas, espiritualidades y conocimientos tradicionales y ancestrales.
La conexión entre territorio, sociobiodiversidad y clima es indiscutible: sin nuestros conocimientos y gestión tradicional, no habrá solución efectiva a la crisis climática. El éxito y el legado de la COP 30 dependen del compromiso de los países para lograr avances concretos sobre los derechos territoriales de los Pueblos Indígenas y los Pueblos y Comunidades Tradicionales como base de las políticas climáticas. Nuestras métricas de éxito para la COP serán:
- Compromiso internacional oficial de que la demarcación de las tierras Indígenas, la regularización y el reconocimiento de los territorios tradicionales son políticas de mitigación climática.
- Protección de los defensores de los derechos territoriales y ambientales: es necesario garantizar recursos y mecanismos efectivos para la protección de los líderes. Según estudios de 2020, se estima que cuatro defensores ambientales son asesinados cada semana en el mundo, la mayoría de los cuales son pueblos y comunidades indígenas y tradicionales, especialmente en América Latina.
- Protección de los pueblos indígenas aislados y en contacto inicial (PIACI): garantizar y proteger los territorios con presencia PIACI como compromiso esencial de acción climática.
- Financiación y acceso directo, no burocrático y adaptado a nuestras realidades, con al menos el 40% de los recursos climáticos destinados directamente a organizaciones reconocidas, fondos y otros mecanismos de acceso a los recursos gestionados por nosotros, los Pueblos Indígenas y Pueblos y Comunidades Tradicionales, garantizando nuestra autonomía en la protección y gestión territorial.
- Transición energética justa: extinción de los proyectos depredadores en nuestros territorios y priorización de las energías renovables comunitarias, respetando nuestra gobernanza.
La COP30 debe incluir nuestras voces en los espacios de toma de decisiones, con 1.000 credenciales para los Pueblos Indígenas, 280 para Pueblos y Comunidades Tradicionales del Brasil en la Zona Azul y la ocupación efectiva de asientos para Pueblos y Comunidades Tradicionales en la Plataforma de los Pueblos Indígenas y de las Comunidades Locales (LCIPP).
Más que un evento, queremos un legado: la integración de nuestras demandas en los planes nacionales y la garantía de que la justicia climática empieza por la justicia territorial.
No sólo queremos estar presentes en la COP30, queremos una participación efectiva y poder influir en los espacios de negociación. Estamos aquí para convertirla en un punto de inflexión en la historia de la humanidad: el momento en que el mundo reconozca que la justicia climática empieza por el respeto a los territorios de los Pueblos Indígenas y los Pueblos y Comunidades Tradicionales. Nuestra lucha no empieza ni termina en 2025. Seguiremos vigilantes; proteger nuestros territorios y pueblos es el futuro de todos.
¡LA RESPUESTA SOMOS NOSOTROS! ¡NADA SOBRE NOSOTROS SIN NOSOTROS!
Energía limpia sí, pero no así.
