Los gobiernos y donantes nos deben escuchar a las mujeres y niñas Indígenas para salvar el planeta
Por Omayra Casamá y Sara Omi, madre e hija de la comunidad indígena Ipetí Emberá de Panamá y miembros de WiGSA; publicado originalmente en español en El País
En 1975, nuestra comunidad fue forzada a reubicarse por la construcción de la planta hidroeléctrica del río Bayano. Con ello, no sólo perdimos nuestras tierras ancestrales sino también los medios de subsistencia. Nuestro desplazamiento forzado ejemplifica uno de los patrones generalizados en los cuales las voces de Pueblos Indígenas, y en especial de las mujeres, se excluyen de las decisiones que afectan nuestras vidas y territorios, así como la conexión que tenemos con las tierras.
Al transmitir conocimientos tradicionales y continuar con prácticas sostenibles como la agricultura ancestral, mujeres y niñas Indígenas ofrecen invaluables soluciones para la mitigación y adaptación al cambio climático … Leer más.