Seguimiento a la Conferencia de Interlaken 2013 para evaluar esfuerzos actuales, identificar nuevos objetivos y estrategias, y priorizar los próximos pasos 

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La falta de claridad y de reconocimiento de los derechos comunitarios sobre la tierra y los recursos en el mundo en vía de desarrollo socava el progreso en el desarrollo social y económico, los derechos humanos, la paz, la seguridad alimentaria, la conservación del medio ambiente, y nuestra capacidad para enfrentar y adaptarse al cambio climático. La propiedad de aproximadamente la mitad de las zonas rurales, de los bosques y de las tierras secas del mundo en desarrollo está siendo disputada, lo cual  afecta directamente la vida y la capacidad de sustentarse de más de dos mil millones de personas. Estas tierras, que contienen recursos tan diversos como el suelo, el agua, el carbono y los minerales de los cuales el futuro de la humanidad depende, son los objetivos principales de la rápida expansión de las inversiones en la agroindustria, la actividad minería, petrolera  y de la explotación del gas, así que la producción hidroeléctrica.

En 2013, cerca de 200 personas se reunieron en la ciudad de Interlaken, Suiza, para hablar de las estrategias para fortalecer los esfuerzos colectivos para hacer frente a estos retos y aprovechar las oportunidades actuales para asegurar los derechos de las comunidades a la tierra y a los recursos. La conferencia reunió a una amplia diversidad de partes interesadas, incluyendo gobiernos, comunidades locales, organizaciones de los pueblos indígenas, empresas de alimentos y de explotación de recursos, y grupos de conservación ambiental, y dio lugar a una serie de nuevas colaboraciones que han permitido avances significativos de la agenda de los derechos comunitarios a la tierra.

Dos años más tarde, es hora de hacer un balance de los progresos realizados. Sobre la base de su predecesora en Interlaken, la Conferencia de Berna se basa en la realización que ha llegado el momento de pasar de la promoción y de la sensibilización a la implementación real. Como los compromisos y las promesas internacionales recientes lo han demostrado, incluyendo los hechos durante la Declaración de Nueva York sobre los Bosques en septiembre de 2014, la importancia de los derechos de tenencia de la tierra y de los recursos claros y asegurados es cada vez más una preocupación compartida por todos y una prioridad para el desarrollo mundial. Pero el cambio de la retórica a la acción aún no ha tomado lugar. Con el fin de promover eficazmente los derechos comunitarios a la tierra y los recursos, se necesita más atención sobre la aplicación de los compromisos.

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