Como se ve en DiarioUno el 9 de febrero de 2016

Más de 150 mil Has de bosques primarios están en peligro ante el aumento de plantaciones de palma aceitera, según Oxfam.

Los bosques primarios de la Amazonia peruana están en peligro ante el aumento de plantaciones de palma aceitera. Hay unas 60,000 hectáreas de ese cultivo y proyectos agroindustriales en trámite de 113.000 has, superficie que se triplicaría en el corto plazo, especialmente en Loreto, Ucayali y San Martín.

La Environmental Investigation Agency (EIA), Oxfam en Perú y la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Amazonia Peruana (Aidesep) han presentado nuevos informes que advierten sobre la expansión de plantaciones agroindustriales en esas zonas del país, en detrimento de la economía local, de la región y de la Amazonía.

Julia Urrunaga, directora de programas de EIA, presentó el estudio del impacto económico de deforestación que ninguno de los gobiernos peruanos ha considerado la cobertura efectiva de las áreas boscosas, ya que solo se tienen en cuenta las características del suelo y se prioriza su uso agrícola.

AIDESEP Y GRUPO ROMERO
Nuevos proyectos deforestarán más de 25,000 hectáreas de bosque, revela Aidesep. Los especialistas señalan que mientras la demanda global por el aceite de palma aumenta, las tierras disponibles en el sudeste asiático -zona tradicional para este cultivo- escasean.

El Grupo Romero tiene ya 22,500 hectáreas de plantaciones de palma aceitera en producción y gestiona la asignación de más de 34,000 hectáreas adicionales de tierras públicas para palma aceitera.

De ser aprobados los cuatro nuevos proyectos planeados por el Grupo Romero, generarán la deforestación de 25,055 hectáreas de bosques amazónicos (23.000 de las cuales son bosques primarios) en violación de la legislación peruana, afirma Oxfam.

UN FENOMENO MUNDIAL
La expansión de la palma aceitera es un fenómeno mundial. El esquema general es el mismo: por un lado deforestación y denuncias de desposesión; por el otro, creación de empleos y gobiernos interesados en los beneficios que genera la inversión y el desarrollo agroindustrial.

Urrunaga advierte que las autoridades peruanas vienen aplicando una errónea interpretación de la definición de “bosques” en la Ley Forestal. El principal impacto ambiental es el remplazo de bosques naturales, en distintos estados de conservación, por bosques artificiales de palma aceitera, generando destrucción medio ambiental.

CONCLUSIONES CIENTÍFICAS
Para Vladimir Pinto, coordinador del programa de territorios y recursos naturales de Oxfam en Perú, está demostrado que los proyectos de gran escala, como la palma aceitera, afectan los bosques primarios, más allá del anuncio oficial de promover este cultivo únicamente en áreas deforestadas.

Además, Perú, Ecuador y Colombia aparecen como países productores de palma aceitera. Perú ocupa el puesto 16. Se necesitan nuevas políticas con criterios ambientales, sociales y geográficos, dice Pinto

El estudio de Oxfam “Hacia una ecología política de la palma aceitera en el Perú”, señala que el país no está preparado para enfrentar el crecimiento de las plantaciones de palma aceitera, por lo que es necesario trabajar en una política multisectorial que incorpore criterios económicos compatibles con aspecto ambientales, sociales y geográficos”, reitera la institución con sede en Londres.

VISITA DE NORUEGA
Una delegación noruega visitará el Perú para ver cuánto se ha avanzado en el plan de reforestación en el país. Noruega donó el año pasado -antes del inicio de la COP20- 300 millones de dólares para ayudar a la reforestación en el país.

No estamos preparados para enfrentar esta situación, por ello es necesario trabajar en una política multisectorial que incorpore criterios ambientales, sociales y geográficos, advierte La Mula Verde.

Más argumentos sólidos contra la ampliación de áreas de palma aceitera son expresados por Ely Tangoa, presidente de la Federación Regional Indígena Shawi de San Martín (Ferisham) y Sedequías Ancón, dirigente nacional de Aidesep.

Ambos exigen al Estado la titulación de 20 millones de hectáreas de bosques y señalan que cuando los pueblos indígenas cuentan con títulos de propiedad existe mayor garantía para cuidar la Amazonía.

ADEMÁS
El principal impacto económico es el reemplazo de bosques naturales, en distintos estados de conservación, por bosques artificiales de palma aceitera, generando destrucción medioambiental y efectos catastróficos para la economía local, regional y nacional.