Como se ve en Peru.com el 13 de febrero de 2016
Algunas noticias suelen pasar desapercibidas, sobre todo en contienda electoral. Sin embargo, lo que viene ocurriendo en la selva del Perú no se puede desconocer, pasar por agua tibia o desconocer: dos casos de derrames de petróleo afectan severamente el medio ambiente en dicha zona del país.
PRIMER CASO: CHIRIACO, AMAZONAS
La primera fuga de petróleo ocurrió el pasado 25 de enero a la altura del kilómetro 441 del Oleoducto Norperuano en la localidad de Villa Hermosa del centro poblado Chiriaco, en la provincia de Imaza, región Amazonas. Causante: Petroperú.
Así se justificó la empresa:
En comunicado, Petroperú indicó que este hecho se habría producido por un desplazamiento de terreno, al tratarse de una zona con pendiente pronunciada, húmeda y con tendencia a la saturación de agua de lluvia, lo cual origina movimientos de tierra de magnitud variable.
“Inmediatamente, Petroperú activó su plan de contingencia para controlar el afloramiento, movilizando personal profesional y técnico especializado, equipos y maquinaria para realizar la reparación de la avería y la remediación del área impactada”, reza el documento y afirman que “el hidrocarburo no ha afectado a ningún río ni vía de agua de la zona, porque se encuentra totalmente confinado”.
¿Cuál fue la consecuencia real?
La Organización Regional de los Pueblos Indígenas de la Amazonía Norte del Perú informó lo siguiente tras el derrame: “En el río se ven peces muertos, y esa agua va derechito al Marañon ¿Qué agua beberán las comunidades indígenas ahora?”, y anunciaron que denunciarán a Petroperú.
“En la supervisión realizada se constató que el petróleo crudo derramado impactó en suelos agrícolas (sembríos de cacao) y las aguas de la quebrada Inayo, tributario del río Chiriaco, afluente del río Marañón. Además, se verificó que la empresa instaló barreras de contención en el cauce de la quebrada Inayo y lograron recuperar aproximadamente 150 barriles de crudo emulsionado, como parte de su Plan de Contingencia”, señaló OEFA en un comunicado.
SEGUNDO CASO: MORONA, LORETO
El segundo caso de derrame de petróleo ocurrió el 3 de febrero y tiene, otra vez, como protagonista a la empresa estatal Petroperú. Se debió a la ruptura de una tubería en el kilómetro 206 del oleoducto norperuano, en la comunidad de Mayuriaga, en el distrito de Morona, en la provincia de Datem del Marañón, Región Loreto.
Esto informó Petroperú luego de lo sucedido:
Petroperú informó que envió personal especializado, así como equipos y maquinaria para realizar la reparación de la avería cuyas causas son aun materia de investigación.
Aseguró que hasta el momento no se ha reportado contaminación alguna en el cauce de los ríos que pudieran haberse visto afectados.
Lo que denunciaron las comunidades:
La Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep) informó en su página web lo siguiente: “Según últimas informaciones el crudo ya llegó al río por lo que la población no puede beber de ahí. Se han visto en la necesidad de juntar agua de lluvia para el lavado de alimentos. Las comunidades afectadas están solicitando a las autoridades urgente intervención y a PetroPerú cumpla con llevar agua tratada a la zona. Promesa que hasta ahora no ha cumplido”.
Tras los derrames de petróleo, miembros de las comunidades temen beber el agua del río y se ven peces muertos flotar. (Foto: Aidesep)
ANTECEDENTES Y LO QUE DIJO EL MINISTRO DEL AMBIENTE
Lo sucedido en Loreto y Amazonas no es un hecho aislado. Así lo informó el propio defensor del Pueblo, Eduardo Vega Luna para la agencia Andina. “Los derrames producidos no son hechos aislados pues son al menos tres los derrames en el Oleoducto Norperuano producidos desde el año 2014. Uno sucedió en junio de ese año a causa de un proceso corrosivo exterior por la pérdida del recubrimiento protector de la tubería, que contaminó la Quebrada de Cuninico (Loreto)”, dijo.
Asimismo, ante la ola de críticas y denuncias, el ministro del Ambiente, Manuel Pulgar-Vidal tuvo que declarar sobre lo sucedido y anunció sanciones.
“La empresa estatal [Petroperú] tendrá que ser sancionada con la más alta multa (…) Allí uno tiene que ser inflexible”, dijo el funcionario, sin embargo adelantó que “podrá seguir habiendo roturas”, al recordar que esta infraestructura fue hecha en 1974.